top of page

DAM (Dispositivo de Avance Mandibular)

 

 

Los ronquidos y la apnea del sueño

Si ha tenido alguna vez la nariz congestionada, usted conoce bien la sensación de tratar de respirar a través de vías respiratorias estrechadas u obstruidas. Esto es lo que le ocurre a su garganta cuando ronca. Mientras duerme, las estructuras de su garganta estrechan el conducto y obstruyen parcialmente el paso del aire, dificultando la respiración. Si el conducto se bloquea completamente e impide la respiración, el trastorno se conoce como apnea del sueño.

 

Los ronquidos

Si las estructuras de la garganta son demasiado grandes o los músculos se relajan demasiado durante el sueño, el paso del aire puede bloquearse parcialmente. Cuando el aire de la nariz o de la boca pasa al lado de la zona bloqueada, las estructuras de la garganta vibran una contra otra y causan el sonido familiar de los ronquidos. Este sonido puede ser tan fuerte que a veces la persona que ronca despierta a los demás o incluso se despierta a sí misma durante la noche. Cuanto más se bloquean las vías aéreas, más fuertes son los ronquidos.

 

Apnea del sueño 

Si las estructuras de la garganta se bloquean completamente, el aire no puede llegar a los pulmones. Este trastorno se llama apnea (que significa “ausencia de respiración”). Como los pulmones no reciben suficiente aire, el cerebro ordena al cuerpo que despierte justo lo suficiente para contraer los músculos y desbloquear la obstrucción. De esta forma, la respiración comienza de nuevo, con un gran jadeo. Este proceso puede repetirse una y otra vez durante la noche, con lo que el sueño resulta muy fragmentado y ligero. Aunque tal vez usted no recuerde haberse despertado tantas veces durante la noche, se sentirá cansado todo el día. La falta de sueño y de aire fresco también pueden causar demasiado esfuerzo a los pulmones, el corazón y otros órganos, lo cual puede causar problemas como alta presión arterial, ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.

 

Problemas de la nariz y de la mandíbula

Ciertos problemas en la estructura de la nariz pueden obstruir la respiración. Un tabique nasal torcido (desviado) o unos cornetes hinchados, pueden empeorar los ronquidos o producir apnea. Al mismo tiempo, una mandíbula hundida puede hacer que la lengua retroceda demasiado, con lo que es más probable que obstruya la vía aérea mientras duerme.

 

Tratamiento para Ronquidos

bottom of page